REFLEXIONES
Antonia Muñoz
La
semana pasada afirmamos, porque estamos convencidos de ello, que por lo general
hacemos las cosas en la forma y dirección incorrecta. También señalamos que
GASTAR no es lo mismo que INVERTIR. Para que las inversiones produzcan los
resultados esperados, es necesario tener un plan coherente y que sea conocido,
comprendido y ojalá aceptado por todos los organismos e individuos
involucrados. Así como a nadie se le ocurriría desarrollar
una ruta turística, invitando a los huéspedes antes de tener lista la posada u
hotel donde serán albergados y atendidos. Igualmente, antes de asignar
animales rumiantes (Bovinos, bufalinos, ovinos o caprinos) a cualquier predio
con la intención de producir carne o leche, es condición indispensable
asegurarse que la explotación pequeña, mediana o grande tenga establecido
suficiente forraje o tenga un plan viable para alimentar a dichos animales los
12 meses del año. Sin embargo, tener pasto establecido no es suficiente; se
necesita tener el área de pastoreo dividida en suficientes potreros que
permitan manejar adecuadamente los pastos, en término de descanso de las
plantas para su recuperación después de un corte o pastoreo. En este manejo,
también debe pensarse en la nutrición del animal, de manera que el pasto sea consumido
a una edad que contenga adecuada cantidad de nutrientes.
Pasto de Sabana. (Foto: Agro Comunal Ven) |
Ojalá
no sigamos descubriendo todos los años que en Venezuela ocurre 5 y hasta
6 meses de sequía. Siempre ha sido así; y lo más grave de todo, es que en
verano, el ganado requiere la misma cantidad de nutrientes que en la
época lluviosa, y de paso, bebe más agua. En los países donde los pastizales se
cubren de nieve durante el invierno, los ganaderos llenan sus graneros o
establos de heno (pasto deshidratado) y sus silos lo llenan de silaje (forraje
fermentado) de maíz o sorgo, principalmente. En Venezuela sabemos eso, pero muy
pocos ganaderos se preparan para el verano. Para ser eficientes produciendo
carne y leche, tenemos que: planificar con base a la realidad, capacitar
y concientizar a los ganaderos, disponer de equipo de extensión que acompañen,
ofrezcan asesoramiento técnico y socio-político a los productores, y de paso,
hagan el seguimiento y control a los planes que queremos instaurar; lo cual
incluye seguimiento a los créditos para que no sean desviados, para que no
caigan en saco roto y para que ayuden a mejorar la vida de los productores, a
la vez que éstos producen alimentos para el país. El Proyecto Integral de
Desarrollo Lechero (PIDEL), convenio firmado por el MPPAT a mediados del 2013,
está organizando y capacitando a los pequeños y medianos ganaderos, pero su
cobertura debe ser mayor.
Muchos
tienen la creencia que la principal limitante de la ganadería en Venezuela es
la genética de nuestros rebaños; y tal vez esta es la razón por lo que muchos
planes de impulso a la ganadería comienzan con mejoramiento del rebaño a través
de inseminación artificial, o a través de monta controlada usando toros
de alguna raza seleccionada. También es común la importación de vacas lecheras
para mejorar rebaños.. Esto puede ser una buena idea, pero si se hace en el
momento y en las condiciones adecuadas. En nuestra opinión, la mayor limitante
de la ganadería venezolana es la DEFICIENTE ALIMENTACIÓN de los rebaños durante
los meses lluviosos, lo cual llega a límites extremos durante el verano, por la
imprevisión y la negligencia de no prepararnos para esa época de escasa o nula
precipitación.
A
continuación, algunas reglas de oro que si las cumplimos estaremos caminando
hacia la eficiencia del proceso productivo con rumiantes:
1.
Los forrajes, especialmente los pertenecientes a las familias de las gramíneas
y de las leguminosas, son el alimento más barato para producir carne y
leche.
2.
Los rumiantes son los animales más eficientes en relación a digerir los
forrajes y aprovechar los nutrientes que contienen, ya que en el rumen de
estos animales viven bacterias que tienen la capacidad de ayudar en la
degradación de las fibras que esos forrajes contienen.
3.
Los suelos de mayor calidad están reservados para los cultivos como maíz,
arroz, caña, soya, algodón; caraota, frijol; que son plantas más exigentes en
nutrientes; por lo tanto, los pastos se deben sembrar en los suelos más
infértiles. En consecuencia, por lo general los pastos poseen bajos contenidos
de minerales en sus tejidos. Esa es la elemental razón por la cual los
rumiantes criados a pastoreo deben suplementarse con mezcla mineral de calidad;
sobre todo si son animales en crecimiento, en gestación o en lactancia. En
verano, la suplementación es aún más necesaria. ¡EFICIENCIA O NADA.CHÁVEZ VIVE.
LA LUCHA POR LA PATRIA SIGUE!
Guanare,
lunes 27 de julio de 2015.
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